miércoles, 14 de octubre de 2009

Desde eL cieLo.

La llegada a sydney fue mágica. Nubes en HD, un cielo eterno… momentos de calma absoluta, sentir que todo estaba en su sentido más evidente. Mi corazón se transformó en brújula y mi estomago en mi certeza. Al llegar al avión conocí a LaLi, una psicóloga colombiana, simpática y agradable, su asiento era el 31j. lo bueno de eso era que no tendría un viaje solitario, la miré y le dije… hola, yo soy 32 J. Conversamos todo el vuelo. En las subidas y bajadas “she hold my hand!”, pero manejé bien mi miedo… gracias a su terapia flash en el vuelo, que para mi era el sentido de ver que alguien estaba al lado mío, jurándome que el avión NO SE CAE!.Nos bajamos del a vión y una vez en la fila de entrada… hacia “immigration” Lali y yo intercambiamos emails. Llegué al punto que temía, las preguntas de rigor para entrar al continente flotante. Pasé por el mesón, un tipo bastante frío que solo me pidió la visa y un papel de “declaration” [el que decía que yo era buena onda y que no era un peligro, no sabe na’!] me puso el timbre en cualquier hoja del pasaporte y pasé! Pasé!!! Ah! Pero lali… tuvo que mostrar mil cosas, vacunas, permisos, fondos de dinero… y bu, fome. En la fila de maletas fue fácil y luego nos fuimos hasta policía… un perrito amoroso pasó por mi lado… yo le hice cariño y cuando leí su lomo decía… “let me work “idiot”” je… pero era lindo. En la máquina detectaron unas conservas de mariscos… y un caballero alto, rubio, enorme, intimador para cualquiera [menos para leslito]… me preguntó… “what is that thing in u suitcase” e hizo el gesto ovalado con sus manos… y yo dije… aaaaah, that thing… seafood, dándome por satisfecha peeeeeero luego preguntó, what kind of seafood, Darling? Y comencé a transpirar porque simplemente olvidé como se decía “moluscos”, [ahora ya lo recordé, por su puesto] así que me ahorre el bochorno y le pregunté, quiere que le muestre?, si total tengo buscar la llave era mil veces mas facil que explicar mi olvidada palabra...Damn seafood!!! Así que con mi mejor cara de poto, pelo mañanero desordenado y oliendo a demonios [sumemos la transpiración del momento] empecé a buscar y bueno, LAS ENCONTRÉ!!! Demonios!!!. Abrí la maleta… [maleta auspiciada por Lion, obvio] y lo primero que afloró fue mi ropa interior… todo desordenado, [confirmado amigos, las maletas las tiran y afírmate Ropa!] Y ahí! Ahí!!! Debajo de mi sostén!!! La conserva suelta que primero pillé!, se la pasé y se rió, hasta que dijo… aaah, “mollusk!!” daah!! Así que, a cerrar la maleta y mis calzones y mis cosas… y me di cuenta que Lali ya no estaba cerca… y estaba al otro lado de esa zona y recordé que a los colombianos le revisan todo, penita, pq no me pude despedir… y salí de policía internacional, vi a Coto con Marcos y fui feliz. [shileeeeenooos!] A las 3 horas de estar instalada, bañada y olorocita, empecé a leer emails. Me siento lejos, y el primer email fue golpeador y triste, mi amigo Claudio, ya no está con nosotros. Es impotente mi sensación, sin poder abrazarte Daniel, te quiero y mis amigas estarán contigo así como lo estaría yo en estos momentos… Mi viaje, es ahora dedico al viaje de Claudio. Estoy segura que nos cruzamos en cielo... mientras yo venia bajando, seguro el ya iba subiendo... a donde debe estar.


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